El "apagón analógico" y la brecha digital

Hablamos de cifras de penetración de banda ancha, de consumo, equipos de conexión y acceso a Internet, para reconocer en esta nueva Tecnología de la Información el motor que impulsa una nueva revolución; sin embargo, pasamos por alto un gran invento tecnológico: la Televisión.

No es necesario remitirse a escrupulosas cifras estadísticas o a concienzudos estudios sobre la penetración de la Tecnología para saber que hasta en la más paupérrima barriada de nuestras civilizadas ciudades, tanto como en regiones africanas o en los pueblos del sudeste asiático, apenas alcanzan un nivel básico de supervivencia pero tienen un televisor por el que descubren que en el resto de la “Aldea Global” hay más oportunidades y se vive mejor. De hecho, actualmente el Gobierno español está produciendo programas televisivos (no web blogs, tags, RSS, wikis o podcasting…) que ya emiten en los países de origen de nuestros inmigrantes para advertirles de la realidad de la emigración hacia nuestro país, como acicate contra lo que están acostumbrados a ver por la pequeña pantalla.

La televisión perdió su oportunidad para la educación, el cambio cultural o la transformación social; sin embargo, y gracias a la evolución de las Tecnologías de la Información, aunque también a la zaga de todo lo que ha supuesto en estos últimos veinte años de transformaciones tecnológicas, se le presenta una nueva ocasión de servir para algo más que para entretener y adocenar al ciudadano.

¿Podríamos pensar que el anunciado “apagón analógico” servirá realmente para reducir la brecha tecnológica, apoyándonos en que el índice de penetración de la televisión es mucho más grande que el de Internet? El paso de la televisión analógica a la televisión digital (TDT-Televisión Digital Terrestre) permitirá crear servicios para la Sociedad de la Información por los que, a través del mando a distancia y la conexión telefónica, se podrá consultar el banco, hacer una cita con el servicio de salud o reservar unas entradas de teatro; algo a lo que el 40% de los hogares españoles que estamos conectados a Internet (según el Observatorio de la Sociedad de la Información) ya estamos más que acostumbrados a realizar.

Aún se está experimentando con el modelo de negocio apropiado para que, de verdad, la TDT sea un éxito y pueda servir para disminuir la brecha tecnológica pero la convergencia digital de los medios (televisión, telefonía móvil, ADSL, el conocido como “Triple Play” ) no hará más que fomentar lo que ya ha experimentado Internet en su entorno de conexión a través del ordenador: el poder estará en manos del usuario (en este caso, del telespectador) y tanto para la industria del entretenimiento (el usuario, acostumbrado ya a hacerlo en el entorno de Internet, podrá consumir la Televisión a la Carta) como para el resto de la actividad humana relacionada con la comunicación, la información, la economía, la sociedad o la política, la nueva televisión que está por desarrollar, apoyada en los nuevos paradigmas tecnológicos, podrá aportar, una vez más, su particular impulso en la evolución de la Sociedad.